martes, 26 de octubre de 2010

Austrolopithecus afarensis, Lucy


Australopithecus Afarensis



El australopithecus afarensis fue encontrado en 1974, en Hadar, en el norte de Etiopía, por un equipo comandado por el paleoantropólogo estadounidense Donald Johanson. Esta región es ocupada por la tribu Afar; de ahí el nombre de la especie.

La especie era bípeda, sin embargo era diferente de nosotros en bastantes aspectos relacionados; por ejemplo, sus piernas eran proporcionalmente más largas en comparación con los brazos. Asimismo, podemos suponer, a partir del largo y de la ligera curvatura de sus manos y pies, que tenían cierta actividad arbórea, como dormir en los árboles, por seguridad, u obtener comida de ellos. Su pecho no era plano, como el nuestro, sino que se estrechaba agudamente hacia arriba.

Estos homínidos poseían cerebros pequeños, aproximadamente del tamaño de los grandes simios (como un chimpancé o un gorila), aunque en comparación con el tamaño del cuerpo eran relativamente más grandes. Tenían caras grandes, que se proyectaban por delante del cráneo (como la mayoría de los homínidos primitivos). Esto es, al menos en parte, reflejo del gran tamaño de los dientes, como en los simios. Sin embargo, y en contraste con éstos últimos, los caninos son reducidos, aunque se proyectan ligeramente delante del diente adyacente. Los incisivos son grandes (característica, en simios, asociada con un régimen frugívoro), y los premolares y molares son de tamaño sustancial, con superficies planas. La forma del paladar, aunque grande, forma una curva que no es parabólica, como la nuestra, ni de lados paralelos, como en simios. El efecto total es, de todas maneras, más parecido a la mandíbula humana que a la de un simio.
Los primeros restos australopithecus afarensis encontrados fueron los de la mundialmente conocida "Lucy", llamada así debido a la canción de The Beatles "Lucy in the sky with diamonds", que era escuchada en el momento de la excavación. La especie resultó ser bastante antigua, datándose entre 3.5 y 2.8 millones de años antes del presente, siendo así la especie más antigua conocida que es con gran certeza antecesora del hombre. El hallazgo de Lucy, uno de los esqueletos más completos encontrados (pertenecientes a un especimen), se vio reforzado posteriormente por un grupo de más piezas, incluyendo cráneos, de la misma especie. Este grupo de fósiles es conocido como "La primera familia", consistente en fósiles de al menos trece individuos.
Lucy
La especie presenta un alto grado de dimorfismo sexual. Los machos medían alrededor de 1,50 metros y pesaban más de cincuenta kilos. Las hembras medían alrededor de treinta centímetros menos, y pesaban cerca de treinta kilos. El dimorfismo sexual es notorio también en los caninos.

 
La pelvis de la especie tiene un gran parecido a la nuestra, si bien es cierto que el canal de parto era más pequeño que el nuestro, y tenía forma de riñón. Hay que tener en cuenta que las hembras de la especie no necesitaban un gran canal de parto, debido al tamaño (muy chico) del cerebro de sus crías.

No se han encontrado herramientas de piedra asociadas con esta especie. Sin embargo, esto no quiere decir que no hayan usado herramientas de madera o hueso, las que no se conservan debido a su fragilidad.



En 1978 Mary Leakey y su equipo hacen el más célebre descubrimiento de su carrera: las huellas de Laetoli (Tanzania), un rastro de pisadas de homínidos de hace 3,5 millones de años que demuestran que aquellos remotos antepasados del hombre ya caminaban erguidos.

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